
Hoy en día es muy popular el consumo de zumo de naranja en cualquier sitio. Actualmente encontramos en muchos supermercados maquinas exprimidoras que nos permiten disfrutar de estos zumos de una manera natural, sin los procesos de conservación previos al embotellamiento. Pero ¿Pierde el zumo de naranja sus vitaminas? Todos hemos oído cientos de veces que si este no se toma recién exprimido las pierde. Esto no es cierto.
Las naranjas un alimento saludable
Sabido es por todos que las naranjas son un alimento muy rico en vitamina C y un aliado para suavizar los síntomas de los resfriados. Esto no significa que los cure, como generalmente se cree, pero si ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario.
Además, las naranjas son también ricas en tiamina y ácido fólico, que ayudan a cuidar nuestro sistema nervioso. Tampoco olvidemos que son fuente de fibra si se consumen enteras.
¿Qué pasa con el zumo de naranja y sus vitaminas?
Diversos estudios han demostrado que para que haya una reducción notable de estas vitaminas, deberían pasar por lo menos 24 horas o tendríamos que calentar el zumo a una temperatura de unos 120º, lo que destruiría alrededor del 50% de las vitaminas.
Si es cierto que podemos ver alterado su sabor con el paso de las horas, por lo que resulta más agradable tomarlo recién exprimido. Aun así, si lo conservamos en un recipiente cerrado y bien refrigerado su alteración se retrasará.
Según un estudio realizado por la OCU en el que se tomaron muestras de zumo recién exprimido de diversas cadenas de supermercados, el producto se puede seguir consumiendo después de las 24 horas recomendadas si se mantiene refrigerado.
El zumo no puede sustituir el consumo de fruta entera
Además, nos recuerda la OCU que el zumo de naranja es rico en azucares, por lo que se debe consumir con moderación y no debe sustituir el consumo de fruta que, como hemos dicho, es rica en fibra y ralentiza el paso del azúcar a la sangre.
La mayoría de los expertos no recomiendan tomar más de un vaso al día en adultos. También hay que intentar evitar su consumo en niños, sustituyendo este por piezas de fruta.