
Sobre el maridaje y sus normas se podrían escribir libros enteros, sobre todo si de vino tinto hablamos. Este es sin duda, uno de los vinos que más se consume a nivel mundial; aunque en Italia sigan pensando que ese título es para el Lambrusco. Por eso, hablaremos en esta entrada sobre el maridaje de diferentes tipos de vino tinto, mencionando los platos que van bien con cada uno y los que no. Saber que habrá platos que se maridan solos y otros que necesitan de los conocimientos de un sumiller profesional.
Claves para el maridaje de diferentes tipos de vino tinto
Maridaje de Grenache
La uva Grenache o garnacha, es de las uvas tintas que más se cultiva en el mundo.
Este vino lo podemos maridar con platos de todo tipo de carnes y pescados de sabor intenso o platos con guarniciones de verduras, o con gran presencia de tomate o pimiento. También es perfecto para maridar con quesos curados o ensaladas potentes con ingredientes como el pollo.
Maridaje de Pinot Noir
En este vino podemos encontrar aromas afrutados o florales.
La cocina asiática es perfecta para su maridaje, junto a platos de pescado, carnes blancas, legumbres, setas o quesos de sabor suave.
Maridaje vino tinto, uva Syrah o Shiraz
Por sus aromas afrutados y florales, que se entremezclan con toques ahumados, la uva Syrah es de las más potentes. Rico en taninos; su aroma recuerda a tabaco, violeta o trufa.
Los vinos elaborados con esta uva podemos maridarlos con platos de carne de sabor intenso, como caza, carne a la brasa, potajes y guisos fuertes o quesos de sabor intenso.
Una combinación particular y poco habitual es con chocolate.
Maridaje tempranillo
Si hay un vino estrella en la península ibérica ese es, el tempranillo.
La uva con la que se produce este vino, la uva Tempranillo, produce un vino de tono oscuro, poco brillante, de sabor suave y un ligero toque a cereza. Su aroma afrutado puede recordar a ciruela, frambuesa, moras o toques ahumados, roble o café.
Esta especialidad suele ofrecerse como vino joven, aunque en realidad consigue su mayor potencial tras años de añejo en barricas de roble.
Su nombre nos habla del poco tiempo de maduración que necesita con respecto a otros vinos, ofreciéndose como vino joven. Por su buena adaptación a diferentes climas es un vino a encontrar en multitud de lugares haciéndolo así aun mas popular.
Aunque el Tempranillo sea un vino fácil de maridar, es ideal con platos de pasta con salsas ligeras, embutidos y quesos suaves, carnes asadas, guisos o pescados de río. En conclusión, ya podemos decir con fundamento que el mito de que el vino tinto se puede maridar únicamente con carne, es ya, un falso mito.