
En los meses de frio lo que apetece son platos calientes para templar el cuerpo. Si pensamos en la cocina tradicional española, una de las estrellas de estos platos es la sopa castellana o sopa de ajo.
Esta receta de aprovechamiento que nos ha acompañado desde siempre sigue estando en nuestro recetario, claramente, porque se lo ha ganado a pulso. Con sus humildes ingredientes (pan, ajo, agua y pimentón) conseguimos un sabor delicioso. Es un claro ejemplo de que algo rico no tiene por qué ser caro.
Con el paso del tiempo hemos ido añadiendo ingredientes (huevo, jamón o caldo), que lo que han hecho ha sido mejorar una receta muy buena para convertirla en una receta excelente.
A pesar de llevar el apellido “castellana”, es una de las elaboraciones más extendidas por nuestra geografía. Por ello, existen algunas variaciones a la hora de prepararla, dependiendo de la zona, pero ninguna deja indiferente.
Ingredientes
CÓMO PREPARAR SOPA CASTELLANA O SOPA DE AJO
- Comenzaremos laminando los ajos y poniéndolos en una cazuela con aceite de oliva. Los freímos hasta que estén hechos pero que no lleguen a dorarse y retiramos la cazuela del fuego.
- Apartamos los ajos, pero nos quedamos con el aceite en el que los hemos frito.
- En ese aceite agregamos una cucharada de pimentón, con el aceite no muy caliente, evitando que este se queme.
- Una vez integrado el pimentón añadimos el pan duro, que previamente hemos cortado en rebanadas no muy finas y movemos con ayuda de una cuchara para que absorba el aceite con el pimentón.
- Cuando tengamos el pan bien mezclado, añadimos el caldo y volvemos a incorporar los ajos. Ponemos a cocer 10 minutos.
- Es el momento de introducir los taquitos de jamón, después los dejamos cocer otros 5 minutos.
- Para finalizar escalfamos 2 huevos en la sopa y mantenemos al fuego 3 minutos más.
¡Listo! Ya tenemos nuestra sopa castellana o sopa de ajo.