
No sé si vosotros sois capaces de evitar la tentación, pero yo reconozco que me resulta imposible resistirme a las trufas de chocolate. Este dulce blando y con forma de bola tiene un sabor parecido al del bombón, pero se elabora de una manera diferente.
El nombre de esta delicia viene dado por la semejanza que tiene con el fruto de un hongo, del mismo nombre, que se encuentra bajo tierra y es de aspecto redondeado y color marrón oscuro. Y aunque no tienen nada que ver como alimento, el sabor de ambas es exquisito y la imagen exterior se parece mucho.
La preparación de esta receta es muy sencilla, incluso se puede realizar con los niños, pero eso sí, no os aseguro que seáis capaces de resistiros a probar la masa mientras las hacéis. Yo os voy a contar una receta clásica que a mí me gusta mucho, pero como la mayoría de los postres, podéis variar tantas cosas como queráis y darle vuestro toque personal.
Ingredientes
COMO PREPARAR TRUFAS DE CHOCOLATE
- Vamos a empezar troceando el chocolate para que de esta manera luego sea más fácil fundirlo.
- Ponemos a calentar en un cazo la nata a fuego medio y cuando esta ya esté muy caliente, pero sin hervir, incorporamos los trocitos de chocolate.
- Removemos suavemente hasta que se funda y se mezcle bien con la nata y retiramos el cazo del fuego.
- Agregamos la mantequilla y nuevamente removemos para que se integre bien.
- Cuando ya tengamos la mezcla hecha vamos a dejar que se enfríe a temperatura ambiente. Una vez fría, lo tapamos y lo refrigeramos en la nevera durante un mínimo de dos horas.
- Trascurrido el tiempo de enfriamiento podemos empezar a hacer las bolitas de chocolate. Una manera fácil es coger la masa con una cuchara y pasarla a las manos para redondearlas con la palma de estas.
- En un plato ponemos los fideos de chocolate y cada vez que hagamos una bolita la rebozamos en el plato para que se peguen los fideos.
- Puedes irlas colocando en un plato y guardarlas en la nevera para comer en otro momento.
¡Listo! ya tenemos nuestras deliciosas trufas de chocolate.
Como bien os he dicho, podéis darle el toque personal que se os ocurra, pero yo os aconsejo que añadáis al chocolate un poquito de licor (con o sin alcohol) de lo que os apetezca: avellana, almendra, café, etc. Esto le dará un toque diferente. Os van a encantar.
Que ricas!! pensé que eran más difíciles de hacer, gracias por la receta ?